¡¡ Así se me quedan los ojos cuando me toca empezar uno de mis quesos favoritos !!
El queso francés Morbier se elabora con leche de vaca, y nace del excedente de cuajada de elaborar otro de los quesos franceses más conocidos: el Comté. Se cubría ese excedente de ceniza vegetal para su conservación y luego se volvía a cubrir con otro excedente de cuajada. Así nació el Morbier, para ahora llegar a convertirse en uno de esos quesos que merece la pena probar.
Cremoso, fundente, se derrite en boca y es un queso genial para calentar y comer con picos de pan. Incluso para fundir encima de patatas fritas se vuelve algo increíble.
Y las patatas te lo agradecerán 😉
¿Y tú, tienes algún queso especial para fundir?
Deja una respuesta