La suerte de disfrutar con el trabajo que a uno le toca es a veces muy complicada, yo he tenido la suerte que sin buscar me encontré enamorado de lo que hago, si bien es cierto que todo conlleva un proceso de evolución, un proceso de cambio hacia la búsqueda de aquello que queremos… La vida es demasiado corta como para no disfrutarla en nuestro día a día.
El mundo del queso me da una satisfacción máxima gracias a la gente que me voy encontrando en el camino, manos que se me acercan para darme un trocito de queso o bien para dárselo yo y personas que se quedan para siempre… así han empezado amistades que no podré olvidar nunca y que jamás dejaré se escapen.
No quiero poner nombres porque son muchos y seguro alguien se me olvida, pero gracias a cada una de esas manos que en su momento sostuvieron un trocito de queso, que compartieron conmigo opiniones sobre aquel queso que probamos juntos, porque el queso es unión #elquesoune y porque el queso se comparte, pasa por manos que lo valoran y lo respetan, y eso sin duda… se nota en instante final de esa sonrisa de placer por ese sabor #uniko.
Gracias a Samuel Monte-Arrieta por sus fotos y su profesionalidad.
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